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domingo, 23 de noviembre de 2008

Cazoleta de níscalos

Los níscalos son unas setas comestibles de buena calidad abundantes en la Península Ibérica, que se conocen con diferentes nombres según la región geográfica: níscalo, nícalo, mízcalo, mícula o nízcalo en Castilla; níscalo, guíscano o robullón en Andalucía; rovellón, rovelló, pinetell, pinenc, rovelló d´obaga o peratxe en Cataluña y Comunidad Valenciana; esclatasang (que significa revientasangre en catalán) en Baleares; rebollón, robellón, mizclo u hongo royo en Aragón y esne gorri o ziza gorri en el País Vasco. Se puede preparar al horno, a la brasa o a la parrilla. En esta receta los cocinaremos en una cazuela de barro simplemente con un poco de ajo y perejil, aunque también se les puede añadir cebolla, vino blanco y harina.

Ingredientes para 4 personas:
- 500 gr. de níscalos
- 2 dientes de ajo
- 2 guindillas secas (cayena)
- perejil
- aceite de oliva virgen extra



Se echa un par de cucharadas de aceite en una cazuela de barro y cuando comience a calentarse, se añade el ajo picado muy finito y las dos cayenas opcionalmente. A continuación se echan los níscalos troceados o enteros, dependiendo del tamaño, y se espolvorea un poco de perejil picado sobre ellos. Se cocina a fuego lento durante unos minutos revolviendo de vez en cuando para evitar que las setas se peguen al fondo de la cazuela. Estará listo en unos 10 minutos.

A la hora de limpiar la tierra de los níscalos, no conviene remojarlos con agua, ya que la absorberán y perderán sabor. Basta con soplarlos, pasar un pincel, un trapo o papel húmedo.
Los níscalos se pueden poner como una tapa en plan entrante, pero también son excelentes acompañantes de carne.